La medición es una constante en nuestro mundo y afecta a muchas de las actividades que realizamos tanto a nivel personal como profesional. Especialmente en el ámbito profesional, es imprescindible asegurar la precisión y exactitud de las mediciones y evitar errores de medición para garantizar la conformidad de los procesos y cumplir los requisitos legales y normativos de los instrumentos en servicio. Y aquí es donde juega un papel fundamental el control metrológico.
En este artículo te contamos qué es el control metrológico, cuáles son sus ventajas y sus principales aplicaciones, centrándonos en una de las más importantes: el control metrológico del Estado.
¿Qué es el registro de control metrológico?
El control metrológico hace referencia al proceso encargado de verificar que un instrumento de medida cumple con los requisitos necesarios para que la medición sea precisa, exacta y confiable. Esto asegura la certeza de las mediciones y contribuye a garantizar la calidad y seguridad de los instrumentos de medición.
Ahora que ya conoces la definición de control metrológico, vamos a ver qué es un plan de control metrológico.
¿Qué es un plan de control metrológico?
Un plan de control metrológico es aquel documento en el que se concretan los procedimientos y actividades necesarias para garantizar la exactitud de las mediciones realizadas por los instrumentos de medida pertinentes.
Entre otros aspectos, el plan de aseguramiento metrológico establece la selección de los equipos que requieren de una evaluación de la conformidad, la periodicidad de los procesos de control y verificación metrológica, así como el análisis de los datos obtenidos para detectar oportunidades de mejora y optimizar los procesos futuros.
Ventajas del análisis metrológico
Llevar a cabo un correcto control metrológico de los instrumentos de medida acarrea una serie de ventajas, entre las cuales destacan:
- Asegurar la fiabilidad y exactitud de las mediciones.
- Garantizar la calidad de los productos fabricados a partir de dichas mediciones.
- Aumentar la seguridad de dichos productos, evitando errores y defectos de fabricación.
- Certificar el cumplimiento de la normativa legal, tanto en lo relativo a la fabricación de productos que deben cumplir unos estándares precisos como en la metrología legal, como veremos más adelante.
- Mejorar la eficiencia y reducir costes, al prevenir fallos que deberían ser corregidos más adelante.
- Incrementar la confianza en las mediciones y en los productos derivados de las mismas, aumentando la reputación y credibilidad de los organismos implicados.
Principales aplicaciones del control metrológico
El análisis metrológico tiene infinidad de aplicaciones en diversas industrias y sectores en los que la medición tiene un papel significativo, como pueden ser:
- Industria alimentaria: Permitiendo la exactitud en la medición de parámetros como la temperatura o la humedad durante la producción y el almacenamiento de los productos alimentarios.
- Sector sanitario: Asegurando la calibración de los diversos equipos médicos, así como equipos de laboratorio, con el fin de obtener diagnósticos precisos.
- Construcción: Por ejemplo, para calibrar los sensores que miden las condiciones ambientales o las características del suelo.
- Industria automovilística: Garantizando la fiabilidad de los equipos utilizados durante las pruebas de seguridad de los vehículos y de sus componentes.
- Sector energético: Verificando equipos como los contadores de energía, para asegurar una facturación precisa, o aquellos que se utilizan para determinar los parámetros de temperatura o presión en las plantas de energía.
- Industria aeroespacial: Posibilitando la precisión de las herramientas que miden parámetros ambientales, así como asegurando el estricto cumplimiento de los estándares de seguridad.
Pero, además de sus múltiples aplicaciones en la industria, el control metrológico tiene también una vertiente legal de gran importancia para las personas: el control metrológico del Estado.
Metrología legal: Control metrológico del Estado
El Estado aplica el control metrológico sobre los instrumentos de medida que afectan a ciertas áreas de interés público, como son la salud, el medioambiente, la seguridad de las personas y la transparencia de las transacciones comerciales.
Algunos de los sistemas de medida sometidos al control metrológico del Estado son los contadores de suministros de agua, gas o luz, los medidores de combustible y los manómetros que miden la presión de los neumáticos en las gasolineras, los taxímetros, las balanzas de alimentos usadas en los supermercados, los equipos utilizados en las ITVs o herramientas de seguridad vial como los radares, semáforos o alcoholímetros.
¿Dónde se regula el control metrológico del Estado?
El marco regulatorio del control metrológico del Estado viene recogido en la Ley 32/2014, de 22 de diciembre, de Metrología, que se desarrolla más ampliamente en el Real Decreto 244/2016, de 3 de junio.
Asimismo, dicho Real Decreto se complementa con la Orden ICT/155/2020, de 7 de febrero, por la que se regula el control metrológico del Estado de determinados instrumentos de medida.
¿Quién puede actuar como organismo de control metrológico del Estado?
Para que una entidad pueda actuar como organismo de control metrológico del Estado, debe ser designada por la administración pública competente, pero además debe estar acreditada por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC).
Dicha acreditación asegura la competencia técnica del organismo en cuestión y garantiza su independencia respecto a los fabricantes de los equipos que va a examinar.
Además, tanto los fabricantes como los organismos de control metrológico deben inscribirse en el Registro de Control Metrológico, de carácter nacional.
Por su parte, existen tres tipos de organismos que ejercen el control metrológico en el campo de la metrología legal, que son:
- Organismos Notificados.
- Organismos de Control Metrológico. Tanto estos como los anteriores se encargan del control metrológico en la fase de comercialización y puesta en servicio.
- Organismos Autorizados de Verificación Metrológica. Estos últimos intervienen una vez los instrumentos ya están en funcionamiento, ya sea para hacer verificaciones periódicas o para comprobar su funcionamiento después de una reparación o modificación.
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