Intercomparaciones

Participar en intercomparaciones

La participación en programas de intercomparación es una actividad imprescindible para asegurar la calidad de las actividades de los laboratorios clínicos, de ensayo o de calibración. Este control permite comparar nuestros resultados con otras entidades a lo largo del tiempo, pudiendo así saber si se mantienen los valores de validación obtenidos internamente, además de evaluar la veracidad y la precisión de nuestras medidas.

Sin embargo no siempre resulta fácil encontrar intercomparaciones que sean adecuadas a nuestras necesidades. Hay ciertos aspectos que debemos tener presente a la hora de elegir al proveedor de estos intercomparativos. La matriz del producto a ensayar, el método de medida empleado y el intervalo de trabajo deben ser lo más similares posible a los empleados por el laboratorio de forma rutinaria.

Pero además, hay otros aspectos que deben ser considerados cuando decidimos participar en un ejercicio de intercomparación, por ejemplo, resulta de vital importancia conocer la naturaleza de las muestras o ítems enviados para su análisis (muestras naturales, fortificadas, materiales de referencia…) así como también se debe disponer del número de participantes en los ejercicios, ya que en muchos casos la robustez de la estadística empleada depende este factor.

En todos los casos el resultado de la evaluación debe informarse de forma clara, con toda la información necesaria para que el laboratorio conozca no solo el resultado de su participación, sino cómo se ha realizado esta evaluación. El laboratorio debe conocer la desviación típica del ejercicio, el valor asignado o consenso y su incertidumbre y si se ha empleado una desviación diana u objetivo.

Para poder comprender en profundidad la evaluación de una intercomparación también hay que conocer cómo se ha obtenido el valor asignado, es decir, el que se utiliza como referencia para comparar nuestros resultados. En muchos casos este valor se obtiene a partir los resultados comunicados por todos laboratorios, sin embargo si el número de participantes es bajo es necesario disponer de este valor de forma externa (por ejemplo a partir de un material de referencia certificado o de un laboratorio de referencia).

También se debe conocer la información que aportan los estadísticos empleados para la evaluación de la participación, como por ejemplo el estadístico z (empleado habitualmente en laboratorios de ensayo analíticos, químicos o microbiológicos), el número E o el uso de percentiles.

No debemos limitarnos a la evaluación realizada por el proveedor. Hay que estudiar y entender qué nos dice el informe, cuáles han sido las herramientas estadísticas empleadas y cómo de informativo es el ejercicio en función de los resultados de los otros laboratorios.

Por último, el laboratorio debe evaluar su participación en relación a su histórico, utilizando gráficos que muestren todos sus resultados en el tiempo y comprobar que tanto la validación del método, como los controles internos periódicos son adecuados. De esta forma se podrán obtener unas conclusiones claras sobre la participación.

¿Y si finalmente el resultado de la intercomparación no es satisfactorio?

Si esto ocurre es necesario analizar las causas de esta situación, implantar las acciones correctivas necesarias y comprobar su eficacia. En cualquier caso, es imprescindible garantizar que los ensayos y calibraciones realizados hasta la fecha no se han visto afectados por la desviación.

Como hemos podido comprobar, la participación en programas de intercomparación no resulta sencilla y es necesario que el personal encargado disponga de conocimientos estadísticos y de gestión de la calidad. Por este motivo,

TCM ha preparado el curso de Intercomparaciones con el que los profesionales de los laboratorios conocerán las técnicas estadísticas empleadas por los proveedores de los ejercicios de intercomparación, y en consecuencia podrán analizar los informes de su participación.

Si necesita ayuda, puede consultar nuestro Servicio de Consultoría en Metrología y Calibración, dirigido tanto para laboratorios como para empresas industriales de cualquier sector

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