Todas las normas destinadas al aseguramiento de la la calidad de los resultados (en laboratorios, industria, automoción, alimentación, etc.) resaltan la necesidad de mantener los procesos controlados.
Esto significa que debemos implantar herramientas que permitan saber exactamente en cada momento cómo estamos trabajando. Este control aplica tanto a un punto crítico en una empresa alimentaria o a la recuperación de una técnica determinada en un laboratorio físico-químico. En todos los casos debemos ser capaces de demostrar que nuestra actividad está bajo control.
¿Por qué utilizar los gráficos de control en el aseguramiento de la calidad?
Los gráficos de control son una herramienta que nos aporta información en relación a nuestras actividades de forma sencilla y visual. Estos gráficos nos muestran la evolución de nuestro proceso en el tiempo, permitiendo detectar tendencias o situaciones fuera de control que de otra forma podrían quedar ocultas.
Una gran ventaja de los gráficos de control es la posibilidad de utilizarlos para vigilar un gran número de procesos, con variables diferentes. En todos los casos, si el diseño de los gráficos es adecuado, nos aportará la información que necesitamos.
¿Qué información nos aportan los gráficos de control?
Como se ha comentado anteriormente, los gráficos de control nos permiten monitorizar los procesos en función de las variables que empleemos. En general tendremos que realizar un estudio previo para conocer cómo funciona nuestro proceso de forma rutinaria, y en función de estos datos estableceremos unos límites de control preliminares.
La gran ventaja de este sistema de control es que la información que se va aportando con el tiempo permite la revisión constante de estos límites, de forma que a medida que lo vamos usando, mejora su capacidad para detectar problemas.
Además de estos límites de control también debemos establecer unos límites de especificación, que son independientes del propio proceso y que nos mostrarán si estamos cumpliendo las tolerancias que hemos establecido.
Por ejemplo, imaginemos que estamos realizando una técnica para la cual la reglamentación marca una recuperación mínima del 60%. Este valor sería el límite de especificación. Si nosotros realizamos un estudio de esta técnica y observamos que en nuestro laboratorio la recuperación se encuentra entre el 70% y 90%, este intervalo establecería nuestros límites de control.
Tipos de gráficos de control
En función de qué queremos controlar tendremos que utilizar un tipo determinado de gráfico de control. En cualquier caso, se debe tener claro qué variables estamos estudiando, de qué tipo de datos disponemos y qué información queremos obtener.
Por ejemplo si se necesita obtener información sobre la estabilidad del sesgo o de la precisión habitualmente se emplean los gráficos de Shewhart de medias y recorridos o de medias y desviaciones típicas. Si lo que se quiere es controlar la estabilidad del sesgo y precisión sobre el patrón empleamos gráficos de control para valores individuales. También se pueden emplear gráficos de control de medianas en aquellos casos donde es común tener valores extremos.
Si necesita ayuda, puede consultar nuestro Servicio de Consultoría en Aseguramiento de la Calidad, dirigido tanto para laboratorios como para empresas industriales de cualquier sector.
Cursos/ Servicios relacionados: