Los fallos y desviaciones asociados a los procesos y productos de una empresa implican gastos que en muchos casos se podrían evitar. El objetivo final de cualquier entidad es obtener el máximo beneficio, y para ello es necesario optimar los recursos disponibles. Pero ¿Cómo hacerlo?
Seis sigma es una novedosa metodología de gestión de la calidad que permite centrarnos en un proceso determinado, conocerlo en profundidad, detectar las causas de los defectos en los productos (o servicios) implicados y aplicar los cambios necesarios para eliminarlas. De esta forma, se consigue una mejora real del proceso, reduciendo al máximo los fallos y aumentando el beneficio de nuestro negocio.
Proyecto Six sigma
Un proyecto seis sigma para mejorar el rendimiento de un proceso implica distintas fases; definir, medir, analizar, mejorar y controlar. De esta forma, aplicando adecuadamente cada etapa se consigue minimizar los fallos asociados al proceso, alcanzándose el objetivo mínimo de 3,4 errores por millón de eventos u oportunidades (DPMO). Este sistema de trabajo se conoce, utilizando las siglas en ingles de cada etapa, como la metodología DMAIC.
Por lo tanto, podemos definir a seis sigma como un sistema de mejora de la calidad, que se centra en un proceso en concreto y que actúa sobre el mismo para eliminar las causas de fallos y defectos.
Pero es necesario ser cuidadoso a la hora de elegir los procesos que se van a someter a esta metodología. Hay que tener presente que el fin último es aumentar la rentabilidad de la organización, por lo que hay que dar prioridad a aquellos proyectos que impliquen un mayor beneficio con el menor gasto de recursos posibles.
Tenemos disponibles dos normas ISO que nos pueden ayudar a la hora de conocer y desarrollar un proyecto seis sigma en nuestra entidad. La norma ISO 13053-1 describe la metodología DMAIC, así como las competencias, formación y experiencia exigida al personal encargado de estos proyectos. Por otro lado la norma ISO 13053-2 establece las herramientas de calidad y estadísticas que se deben emplear en cada etapa del método DMAIC.
Pero lo que realmente diferencia a seis sigma de otros métodos de mejora de calidad es la importancia de la formación de los miembros del equipo que gestionan el proyecto. Los distintos puestos relacionados con un proyecto six sigma sólo deben ser ocupados por personal con una preparación específica y experiencia demostrable. Champion, black belt, green belt, yellow belt… es la terminología anglosajona empleada para definir los distintos puestos, teniendo cada uno unas competencias claramente definidas.
TCM ha desarrollado cursos específicos para conseguir los certificados black belt y green belt necesarios para ocupar estos puestos, así como la formación necesaria para actuar como Responsable de despliegue (nivel Champion) de un proyecto seis sigma. Pero además, consciente de las peculiaridades de cada sector, TCM ha preparado cursos seis sigma específicos para la industria, laboratorios de calibración y laboratorios de ensayo. De esta forma los profesionales no sólo se forman en la metodología seis sigma, sino que lo hacen con material formativo, ejemplos prácticos y ejercicios específicos de su entorno de trabajo.
Si necesita ayuda, puede consultar nuestros Servicios de Consultoría, nuestros expertos le asesorarán en todo lo relacionado con la ejecución de un Proyecto Six Sigma o con el uso de cualquiera de sus herramientas.
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