¿Qué es el LEAN?
La Gestión LEAN es un modelo de gestión de los procesos basado en llevar a cabo aquello y sólo aquello que es preciso para entregar al cliente exactamente lo que desea, en la cantidad que desea y justo cuando lo desea.
Mediante la Gestión LEAN se obtienen productos y servicios con rapidez y a bajo coste, al evitar realizar ninguna actividad innecesaria, a todo lo largo del "flujo de valor" de tales productos o servicios.
Es decir, comprendiendo todo el flujo de actividades, desde que se planifica y diseña el producto, pasando por las operaciones de producción, hasta que lo disfruta el cliente.
Para alcanzar sus objetivos, la implantación de la Gestión LEAN se basa en dos elementos fundamentales:
1. La eliminación del desperdicio (actividades innecesarias que no aportan valor al producto).
La eliminación del desperdicio es el elemento que "sustituye" a las economías de escala, de los modelos de gestión tradicionales, en la Gestión LEAN en relación a la eficiencia en el coste, lo que permite producir en lotes pequeños de forma eficiente, y ceñirse al volumen requerido por la demanda.
2. La flexibilidad.
La Gestión LEAN pretende producir el producto o servicio requerido por el cliente, en la cantidad pretendida y en el momento requerido.
Ello exige un sistema productivo altamente flexible, sin lo cual sería muy difícil alcanzar los objetivos propuestos.
Los principios básicos del LEAN, que a su vez se apoyan en los dos elementos fundamentales, eliminación del desperdicio y flexibilidad, son los siguientes:
1. Valor
2. Flujo de valor
3. Flujo de actividades
4. Realización de los procesos en modo "Pull"
5. Perfección
1. Valor
El principio fundamental de la Gestión LEAN es el valor, que implica que el producto o servicio y sus atributos y características, deben ajustarse a lo que el cliente determina.
2. Flujo de valor
El conjunto de actividades que se prevean realizar en el proceso productivo con el que se obtendrá el producto o servicio, deberán planificarse para incorporar tan solo aquellas actividades que aporten valor al producto, de acuerdo con el primer principio.
3. Flujo de actividades
Las actividades que constituyen el flujo de valor deben disponerse en procesos de producción reales, de forma que puedan llevarse a cabo minimizando las actividades sin valor añadido o desperdicios.
4. Realización de los procesos en modo "Pull"
Llegado el punto de la producción, corresponde realizar ésta de forma que se inicie a partir de la demanda constatada en tipo de producto, volumen de producción y momento para efectuarla.
5. Perfección
Finalmente, la secuencia integrada por los cuatro primeros principios básicos de la Gestión LEAN deberá estar sujeta a una mejora continua (en el centro en la figura) que implicará retomar nuevamente la "rueda" de los cuatro principios y mejorar de nuevo el producto o servicio y sus prestaciones, el flujo de valor y el flujo de actividades, eliminando nuevos desperdicios y potenciar el modo de operar "Pull", el cual a medida que se mejore el proceso será más sencillo adoptarlo plenamente.
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