Echando un vistazo a titulares recientes en los medios de comunicación podemos comprobar la constante referencia a estudios, empresas y profesiones relacionados con el Big Data. ¿Pero sabemos realmente qué es, quién lo utiliza y cómo funciona? Este artículo pretende ofrecer las claves para entender esta nueva tecnología llamada a revolucionar el mundo tal y como lo conocemos.
Qué es el Big Data
Big data es la denominación que recibe el estudio de grandes cantidades de datos. ¡Y cuando decimos grandes queremos decir inmensos! Todas las actividades que realiza cada uno de los habitantes de este planeta son medibles, analizables y susceptibles de ser usadas para la obtención de información más o menos útil. La hora a la que vamos a desayunar, el tiempo que tardamos en ir a trabajar, las horas que dormimos cada noche... todo se puede medir y por lo tanto, convertir en un dato que si se analiza de forma adecuada nos dará respuesta a gran cantidad de cuestiones.
Por supuesto, estas actividades las hemos hecho siempre, pero ahora la explosión tecnológica permite el registro y almacenamiento de esta información, incluso sin ser conscientes de ello. Cada vez que pagamos con la tarjeta del banco, cuando realizamos una compra por internet, las analíticas que nos hacen en el hospital... toda esta información es almacenada, y los profesionales del Big Data tratan de extraerle todo su jugo.
Cómo funciona el Big Data
Como hemos visto los datos están ahí, más disponibles que nunca, pero sin ser limpiados, filtrados y clasificados, difícilmente extraeremos conclusiones correctas. El profesional dedicado al Big Data debe conocer los datos y el entorno en el que se generan, emplear los sistemas informáticos más adecuados para el tipo y volumen de datos con el que está trabajando y finalmente aplicar las herramientas estadísticas apropiadas para obtener un modelo fiable, que permita conocer toda la información escondida en la montaña de valores con los que trabaja.
Las posibilidades de esta tecnología son infinitas. Pero posiblemente el sector donde más evidentes son las ventajas es la sanidad. El conocimiento de las enfermedades, su diagnóstico y desenlace proviene de la experiencia, de lo que ha ocurrido antes, así que imaginemos un médico que haya tenido millones de pacientes, que recuerde exactamente los datos asociados a cada una de sus enfermedades, que conozca la reacción frente a cada tratamiento...
Pero la información es poder y pocos sectores son más poderosos que la banca... Los bancos de todo el mundo se han dado cuenta de la infinitas aplicaciones de esta tecnología. Saber qué compramos, cuándo compramos y dónde compramos es una información muy valiosa que permite optimizar los negocios.
Unos de los usos que se están empezando a aplicar es la utilización de esta tecnología para realizar el análisis de riesgos cuando una entidad solicita un crédito. También se está tratando de detectar transacciones asociadas al blanqueo de dinero empleando la información oculta en los datos.
Cuál es el futuro del Big Data
En realidad el Big Data ya está aquí, por ejemplo desde hace algún tiempo es común que las grandes superficies pregunten a sus clientes su código postal. De esta forma, tras un análisis de los datos aportados por los compradores se puede saber de qué barrios provienen, cuánto se desplazan para realizar sus compras, cuáles gastan más, etc.
Qué ocurrirá en un futuro y cómo nos afectará esta tecnología es ahora mismo un misterio. En cualquier caso, los datos ya están almacenados y dispuestos para que hablen de nosotros. Las políticas de protección de datos, las huellas de nuestra navegación en la web, las redes sociales... Nuestra vida deja rastro, y es valioso. Quizás el Big Data no sea más que una versión actualizada del Big Brother.
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